A un día del estreno a nivel nacional y a solo un par de horas del avant premiere de Asu Mare 2 me gusta leer los comentarios en twitter porque pintan un panorama bastante completo de la expectativa que existe en torno a la peli. Al mismo tiempo brindan una potente voz a quienes no gustó AsuMare y esos comentarios también me interesan mucho.
Pero mientras leo los comentarios más negativos me doy cuenta que existe mucho desconocimiento del proceso de hacer cine en el Perú. Quizás sea una buena idea compartir algunas de las experiencias que he vivido durante estos dos proyectos cinematográficos, no para desmentir a nadie sino simplemente para ayudar a informar a quienes piensan hacer cine y escuchan - o peor aún - retransmiten estas desinformadas ideas.
Ayer leía que una twittera mencionaba lo fácil que es crear un taquillazo con "la concertación de salas" que tiene AsuMare2. Le respondí intrigado para preguntarle cómo se generaba una "concertación de salas" porque sería ideal para nuestros intereses poder llegar a hacerlo algún día! Pero la verdad dista mucho de esa posibilidad. Lo cierto es que las salas de exhibición son empresas privadas e independientes que deciden su programación no solamente en base a una compleja estrategia que han desarrollado a través de los años sino también por la constante negociación con las compañías distribuidoras. Imagino, asimismo, que ajustan sus decisiones de acuerdo a los resultados que van obteniendo. Concertar, amarrar o asegurar salas es uno de los grandes mitos que existen alrededor del negocio de la exhibición. Durante años oí hablar del bloqueo Hollywoodense al cine peruano. En mi experiencia puedo dar fé que tal bloqueo no existe y que si la película promete dar grandes resultados a los exhibidores ellos reaccionarán dándole todo el apoyo que les sea posible. Serían locos de hacer lo contrario! Y si la película no obtiene los resultados que necesitan para cubrir los enormes gastos que supone operar un complejo de cines se verán obligados a retirarla y darle oportunidad a una película que les rinda más ingreso. Bastante lógico no?
Otro twittero advierte que hay que prepararse para la ola de elogios que vendrá en las siguientes semanas producto de "el lobby que ha preparado AsuMare2 con los críticos de cine." Otro mito fruto de la desinformación. Valoro muchísimo la opinión de los críticos de cine y me honra tremendamente que decidan escribir acerca de algo que he dirigido. Leo con detenimiento sus artículos e intento hacer un verdadero análisis. No siempre estoy de acuerdo con las opiniones vertidas, especialmente cuando se vuelven políticas, pero puedo decir con sinceridad que valoré mucho el aporte de los críticos que entendieron que estamos dando pasos en el intento de crear una industria de cine peruano que compita localmente con los blockbusters de Hollywood. En ese camino hemos cometido y seguiremos cometiendo errores y es el deber de esos críticos señalarlos. Sugerir que los responsables de AsuMare pueden comprar la opinión profesional de los críticos no es solo un golpe bajo hacia nosotros sino una tremenda ofensa hacia los críticos de cine, que dicho sea de paso, no están a la venta.
El tercer y último tweet que he leído tiene que ver con la cobertura mediática. Un preocupado twittero sugiere que las buenas películas no requieren de publicidad y que la cobertura que está obteniendo AsuMare2 debe ser producto de un presupuesto millonario. Una vez más incorrecto. Si bien Tondero y 3Puntos tienen una relación extraordinaria con la prensa es imposible obligar a un periodista a cubrir una nota que no le interesa. La disposición de los medios en cubrir AsuMare2 es incomprable y su único combustible es el rating que generan las notas al elenco de la película y especialmente a Christian Meier y Carlos Alcántara. Soy testigo del gran esfuerzo que representa esto para Cachín y de la buena onda que le mete a cada entrevista que da. Y no es fácil, lo digo porque he dado algunas entrevistas y soy un queso. Además después de 20 entrevistas puede parecer que estás respondiendo las mismas preguntas de la misma manera una y otra vez. En esto también Cachín es un fenómeno. Da lo mejor de si y encuentra la manera de hacer el quiebre, encontrar algo fresco, divertido y entregar la nota perfecta para cada medio de acuerdo a su audiencia.
No hay magia. No hay una billetera sin fondo que mueve el negocio a su antojo. No somos víctimas de arreglos, lobbies, ni concertaciones. Y tampoco hay poderosas manos negras que manejan el negocio con facilidad desde una oscura sala. Lo que sí hay es mucha planificación y un buen equipo humano formado por Tondero con grandes profesionales que decidieron seguir una receta muy simple:
1. chambear duro y entregar el mejor trabajo que les sea posible entregar.
2. aprender de los errores y empezar nuevamente.
Ricardo Maldonado
Director
